miércoles, 15 de diciembre de 2010

Serenos en el pirineo

ESta vez la entrada va de pesca al sereno, o por decirlo de otra forma al atardecer, hasta que se queda la noche completamente negra, y entonces es cuando decido irme convencido a mi casa. Esto que voy a contar sucedió una tarde noche de verano en un bonito en pleno pirineo aragonés. Era una tarde de calor y, como es habitual en mi, empuñé mi caña, me puse el chaleco, las botas y las gafas, y a pescar una larga jornada. Al inicio no conseguí muchas capturas, pero a medida que los lances se fueron sucediendo, las pintonas no tardaron demasiado en sucumbir a mis ahogadas, y las picadas se fueron resolviendo y, porqué no decirlo, también fallando alguna que me pillaba en el típico momento en que te despistas una décima de segundo, pero como todo pescador a mosca seguí intentandolo con la misma ilusión o más incluso, sirviendome de ánimo el fallo para clavar la siguiente. Sobre las 10 de la noche, me fui ya para casa más que contento con aquella curiosa jornada en la que conseguí sacar mi mayor pieza de 32 cm, en aquel entorno claro. Al día siguiente, seguí yendo al sereno, pero éste no me ilusionó tanto como el primero, suele pasar, pero también conseguí hacerme con alguna trucha, en concreto 1, de unos 25 cm. Ahí va la foto de la preciosa fario autóctona: Saludos a todos

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